Uno de cada 10 niños chilenos vive situaciones de maltrato escolar, explica Andrea Henríquez (20), la joven estudiante de Ciencias Políticas de la Universidad Católica que el año pasado fundó la Fundación Volando en V que tiene por objetivo mejorar la convivencia al interior de las escuelas y prevenir el bullying .
El involucramiento de Andrea en este tema nace de su experiencia personal vivida cuando tenía 11 años y se trasladó junto a sus padres a vivir a Ecuador. Allí, cuenta, llegó a cursar quinto básico. “Al principio la recibieron muy bien y la adaptación fue fácil”, sostiene. Sin embargo, al año siguiente, en sexto básico, algunas niñas del curso paralelo, sin conocerla, comenzaron con el maltrato psicólogico e incluso físico, la llamaban “muñeca de plástico”. Su mejor amiga se unió a ese grupo y el maltrato fue creciendo, pues ella manejaba mucha información sobre Andrea. La situación llegó a un límite cuando un día una treintena de niñas se puso una polera en la que salían impresos insultos hacia ella. De esta situación se enteró todo el colegio y así fue como intervinieron la dirección del establecimiento, los profesores, apoderados y alumnos.
“Nadie se merece vivir algo así”, dice ella ahora con fuerza. Y agrega que “esto nos involucra a todos y juntos podemos eliminarlo”.
Convivencia positiva
“La fundación lo que hace es instaurar una convivencia positiva en los colegios por medio del liderazgo y buen ejemplo de los alumnos mayores, de segundo a cuarto medio. El grupo es de 10 a 15 personas y es elegido por el equipo directivo del colegio y responde a un perfil que nosotros les enviamos. A ellos los capacitamos en una serie de jornadas y después ellos empiezan intervenciones pauteadas por nosotros para ir interviniendo y sensibilizando a los más chicos, ya que la etapa más fuerte del bullying es entre quinto y octavo básico”, explica Andrea.
Y agrega que “trabajando desde los mismos alumnos se puede generar conciencia y se puede realmente generar un cambio en los más chicos”.
Según explica Andrea, el nombre de la fundación nace de la observación del vuelo de los pájaros, que lo hacen en V: un pájaro que vuela delante de otro le hace el vuelo mucho más liviano al de atrás, los pájaros no pueden llegar a las distancias que recorren si no es con este sistema. Por lo tanto, un curso o un colegio que funcione de tal manera que el de al lado es indispensable para mí, como yo para el otro, porque todos nos necesitamos para llegar a nuestras metas, como los pájaros, es imposible que tenga maltrato, al revés, tiene compañerismo. Nosotros no somos un programa antibullying, somos un programa pro convivencia escolar positiva”.
22 colegios en 2018
Actualmente hay 14 colegios que están trabajando con el programa de la fundación y este año se incorporan ocho más. Por lo que serán 22 establecimientos participando durante este 2018.
“La idea es que los colegios, después de algunos años, pueden realizar la metodología de manera autónoma”, explica Andrea.
“El bullying es absolutamente transversal, se da en todos lados, en colegios de todo tipo, en hombres y mujeres, pero se da de manera distinta entre ambos sexos, pero en gravedad y en constancia es igual. Por lo que hemos visto, y se ha estudiado, el bullying entre las mujeres se da más bien en el ámbito psicológico, los problemas entre ellas giran en torno a estándares de belleza que generan desórdenes alimenticios. En hombres existen presiones muy fuertes respecto por ejemplo de no llegar a ser bajo ningún concepto afeminados, y eso genera mucha presión o maltrato, o que todos tienen que jugar fútbol”.
20 años tiene la fundadora de Volando en V.
8 colegios se suman este año al programa de la fundación.
10 líderes se eligen en cada colegio para que se unan al programa y puedan prevenir el bullying.
Fuente: http://impresa.lasegunda.com/2018/03/24/A/E83BP0R5/all#CU3BP6JS