Chilenas y peruanas trabajan unidas para mejorar la educación en el Perú

Chilenas residentes en Lima impulsaron la iniciativa. El proyecto se llama «Mi Nuevo Perú, Manchay», nombre del Colegio y lugar en donde está ubicado el recinto, a 15 minutos del barrio La Molina en Lima.
perú4La iniciativa surgió hace dos años, cuando un grupo de amigas chilenas visitó esta escuelita y se dio cuenta que en los cursos de 2° y 3° básico, la mitad de los niños (de un grupo de 40), no sabían leer ni escribir.

Ana María Silva, una de las creadoras de este proyecto, cuenta que en un principio la idea era ir a dar clases de valores  a los niños. “Lo que buscábamos era ayudar a los niños en su dignidad de seres humanos, enseñarles el valor del respeto, del amor al prójimo, la importancia de la generosidad. Ahí nos dimos cuentas, que muchos niños  no sabían leer ni escribir, y que las necesidades eran muchísimas. Cada jueves, se nos acercaba algún profesor para pedirnos que por favor fuéramos a su clase a enseñar y que los apoyáramos con los niños más atrasados”, explica.

Así fue como la idea original derivó en capacitar mensualmente a los profesores, en los mismos temas valóricos; y en enseñarle a leer y escribir, de manera personalizada, a los niños que estaban más atrasado.

La metodología que usaron es la que ellas, instintivamente, conocían por tener hijos en esas edades escolares. “Cuando mi hijo Cristóbal estaba aprendiendo a leer y escribir, tuve que apoyarlo con ejercicios y tareas en la casa. Esa experiencia y  material, es el que usé para enseñarle a Josmer y Jessel, los primeros niños con los que empezamos” explica María José Letelier, otra de las  voluntarias chilenas que empezó con este proyecto.

Fue así, como estas amigas decidieron invitar a las mamás peruanas, de los cursos de sus hijos, para que se sumaran como voluntarias. “Es que eran muchos niños los que necesitaban el reforzamiento y nosotras no dábamos abasto”, explica Ana María.

perú2Un año después de esos primeros esfuerzos, el proyecto ha crecido enormemente. Hoy ya son más de 25 voluntarias entre chilenas y peruanas, que van a esta escuela, semanalmente,  a reforzar a los niños en la lecto escritura.

Este crecimiento ha sido dirigido por la Ingeniera Comercial Mary Gloria Saenz Laguna, quien fue la encargada de convertir esta idea social  en una verdadera empresa. Todo dentro del ámbito del voluntariado, y sin recibir ninguna remuneración por ello.

Los resultados han sido increíblemente satisfactorios. Hoy ya son más de 30 niños que asisten semanalmente al reforzamiento y ya saben leer y escribir.

«Este proyecto funciona como una empresa privada por lo eficiente y bien organizado de todo. En eso admiramos a estas chilenas. Nadie te obliga a nada, y uno se va involucrando con el niño al que le enseñas y poco a poco surge el compromiso de sacarlo adelante de su dificultad», comentó  Carmen Hidalgo, voluntaria peruana.

Por su parte, la psicóloga Rosario Matte, explica que además de apoyar a estos niños en lo académico, se da sin buscarlo, un apoyo en la parte emocional. “El niño por primera vez tiene a un adulto que le da toda su atención y cariño durante una hora. Sus familias son muy pobres, muchos vienen de la Sierra o la Selva buscando mejores oportunidades laborales, y dejan a los niños solos durante todo el día. Entonces, que venga una persona  a acompañarlos, ayudarlos en sus tareas y escucharlos en sus problemas, es una experiencia que ellos no tenían y que los hace sentirse queridos y con mayor autoconfianza», asegura.

Hace unas semanas, este grupo de voluntarias lograron armar e inaugurar una biblioteca en la Escuela.

perú3En el camino de recolectar donaciones y libros, se encontraron con fundaciones, empresarios y  personas que individualmente donaron dinero, tiempo y trabajo para convertir una sala del colegio que estaba en mal estado, en una preciosa biblioteca.

Durante la inauguración, los niños del Colegio Mi Nuevo Perú estaban maravillados. “Yo nunca había visto libros tan lindos” ; “¡Este será el colegio más lindo de todo Manchay!”; “¿De verdad estos libros se van a quedar aquí para siempre?”, fueron las frases que los niños exclamaban al entrar y admirar la nueva biblioteca.

Mary Gloria tiene claro que este proyecto está recién comenzando, ya que las necesidades son infinitas. Le ha impresionado el deseo de ayudar que se ha despertado en las mamás voluntarias, ya que ellas han empezado a ver en vivo y en directo las necesidades que sufren a diario estos niños por vivir en la extrema pobreza. “En este colegio no había agua potable, no había baños decentes, el muro que rodea la Escuela no es firme, había un rincón del patio lleno de basura porque el camión no pasaba desde hace meses. Además había una bodega con computadores sin usar, porque no sabían cómo prenderlos. Por otra parte, los niños que ahora ya sabían leer,  no tenían  acceso a libros para poder practicar lo aprendido”.

Así fue como surgieron las iniciativas de crear la Biblioteca;  de hacer  una feria de las pulgas para vender ropa a las familias de los niños; el esfuerzo de lograr que la Municipalidad de la zona retirara la basura y pusiera señales de tránsito indicando que era zona de escuela; la limpieza y funcionamiento de los computadores, entre otras propuestas de mejora.

“Y es que como voluntarias, sentimos que somos nosotras las que salimos más fortalecidas y felices al ayudar a estos niños”, asegura Mary Gloria.

Hoy el proyecto “Mi Nuevo Perú, Manchay”  ya no sólo busca apoyar a los niños en la lecto escritura. Además del área de nivelación, se ha creado el área de Orientación para Profesores; Orientación para Padres; Orientación Psicológica; y el Área de Donaciones y Mejoras.

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