Chilenter completa su vigésima exportación de residuos tecnológicos

La minería urbana es un tema poco conocido, pero que dada la creciente cantidad de residuos electrónicos en el mundo, empieza a tomar importancia. ¿De qué se trata? De extraer metales preciosos de aparatos electrónicos en desuso, que ya no tienen valor como productos, pero sí por sus materiales. Es eso precisamente lo que ha estado haciendo fundación Chilenter estos últimos seis años, desde que decidió dar un fin y uso sustentables a aquellos computadores que recibían como donaciones de parte de las empresas y particulares, pero que no podían ser reacondicionados, que era el principal fin del organismo.

Desde 2009 a la fecha, Chilenter ha trabajado en conseguir que cada uno de los componentes de los computadores y otros aparatos que les entregan, tengan una segunda vida útil. Así, ha logrado gestionar a nivel nacional el reciclaje de las partes y piezas que contienen fierro, aluminio y plástico, como carcazas. Pero resultó más complejo encontrar la solución para aquellas componentes, como placas madre, memorias y circuitos, en que los materiales se mezclan y además tienen alto valor, ya que contienen oro, cobre, plata o paladio.

La exportación de estos residuos tecnológicos terminó siendo la mejor alternativa, ya que en otros países existen empresas con tecnología avanzada que permiten fundir y refinar los metales preciosos de los otros materiales. Chilenter ha trabajado con industrias de Japón, Estados Unidos, y desde que se asoció con la fundación internacional Wordloop, se comenzó a exportar a Holanda y Bélgica. Es precisamente a ese último país, a la reconocida empresa UMICORE, en donde se envió la vigésima exportación de Chilenter, consistente en 5,6 toneladas de circuitos impresos, memorias y procesadores.

Según estimaciones basadas en anteriores exportaciones, Chilenter calcula que en esa cantidad de residuos debería contener aproximadamente una tonelada de cobre, más de 3 kilos de plata y casi un kilo de oro.

“En Chile, donde cada persona genera al año 9,9 kilos de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEEs), según datos de la Universidad de Las Naciones Unidas, la minería urbana es una práctica que deberíamos ponerla en valor progresivamente, ya que es sustentable en todos los ámbitos. Como fundación nos permite ser referentes en el cuidado del medioambiente y además nos ayuda a generar recursos que nos permitan seguir donando computadores a los sectores más vulnerables del país”, dice Irina Reyes, directora ejecutiva de Chilenter.

Fundación Chilenter es un organismo sin fines de lucro que tiene como misión “fomentar la educación y uso social de las tecnologías, construyendo capacidades para mejorar la calidad de vida de las comunidades que se encuentran en la periferia tecnológica, orquestando la recolección y transformación sustentable e innovadora de los residuos electrónicos”.

Desde el 2009 a la fecha, Chilenter ha gestionado a nivel nacional e internacional más de 1.600 toneladas de residuos electrónicos y en 13 años de vida ha reacondicionado y entregado más de 74 mil equipos, computacionales, destinados a más de 10.500 establecimientos educacionales y 3.500 organizaciones sociales.

La colaboración de personas naturales, organizaciones del sector público y privado, quienes donan sus equipos en desuso, permite el trabajo social de Chilenter, que además se encarga de reciclar y valorizar aquellos residuos electrónicos que no pueden volver a utilizarse.

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