En 1976, el economista Muhammad Yunus decidió fundar un banco que otorgara créditos a la población en extrema pobreza de Bangladesh. Tres décadas más tarde recibió el Premio Nobel de la Paz por “sus esfuerzos por incentivar el desarrollo social y económico desde abajo”, declaró en la ocasión el Comité Noruego del Nobel.
Un par de años antes de recibir el galardón, el creador del “banco de los pobres” visitó Chile invitado por un banco. Miembros de la “Fundación Chile Acción-La Vaca” —entre los que se encontraba Joaquín Lavín— se inspiraron en la experiencia e implementaron un proyecto piloto similar llamado “Fondo Confianza”. El mismo año en que Yunus obtuvo el Nobel, el directorio decidió darle autonomía a la iniciativa y crearon la Fundación BanIgualdad, que a la fecha ha entregado 200 mil microcréditos. Actualmente cuentan con 25 mil emprendedores provenientes de 119 comunas de nueve regiones del país.
“Yunus es nuestro máximo inspirador. Trabajamos en sectores populares con gente que tiene un negocio o desean tenerlo, pero no pueden acceder a préstamos bancarios. El 80% está en Dicom y la mayoría no cuenta con garantías o avales”, explica Patricio Cordero, director ejecutivo de BanIgualdad.

Confianza solidaria
El “Modelo Yunus” que aplica BanIgualdad funciona así: se conforman grupos de 20 personas de un mismo barrio. La primera vez, cada miembro solicita entre $60 mil y $100 mil. Si cumplen con la devolución el cupo se les amplía, gradualmente, hasta un tope de $600 mil. En ambos casos, los beneficiarios deben reembolsar el préstamo en 20 cuotas semanales, con un 2% de interés. Si algunos de ellos falla, el resto del grupo debe asumir el pago.
“Es un modelo solidario basado en la confianza. Los emprendedores tienen una oportunidad que no encuentran en la banca tradicional. Se genera un vínculo que tiene como compromiso devolver el dinero para responder a sus equipos”, asegura Cordero.
A pesar de no requerir de avales ni garantías patrimoniales, BanIgualdad ha recuperado el 99,7% de los préstamos. En la ONG explican que la alta tasa de retorno se debe a que los microempresarios asisten a capacitaciones dirigidas por los “ejecutivos en terreno”, profesionales que ayudan a administrar los negocios de los beneficiarios.
El fomento del emprendimiento a través de la entrega de microcréditos para poblaciones en riesgo social, ha sido replicado en todo el mundo como una vía exitosa para combatir la pobreza. Patricio Cordero agrega que este sistema también “es un cambio de paradigma sobre las políticas sociales, las cuales deben abandonar el asistencialismo para abocarse a brindar oportunidades”.
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Beneficiaria: “Hacer lo que nadie se atreve”
Marjorie Díaz trabajaba cuando debió renunciar para cuidar a su esposo, quien sufrió una trombosis. “Mis gastos crecían y crecían. No sabía qué hacer”, recuerda. Un día, vio un spot de BanIgualdad en la televisión, escribió un correo electrónico y la contactaron dos días más tarde.
Aprovechando que tenía un título técnico en diseño, Díaz formó una microempresa en la que confecciona tarjetas y recuerdos para matrimonios y bautizos. Todos los martes asiste a su grupo de emprendimiento conformado por otras 26 mujeres de Curicó.
“BanIgualdad es un hada madrina para mí porque yo tenía muchas ganas de surgir. Siempre digo que el emprendedor es aquel que ve lo que todos ven, piensa lo que todos piensan, pero hace lo que nadie se atreve a hacer”, asegura.[/box]
0 respuestas a “Fundación BanIgualdad entrega microcréditos a emprendedores con Dicom”
tienes que estar en una pobrez increible para que puedan entregarte ayuda
que te parece cuando ayudaron a los bancos ,hojala uno no les pidiera nada a estos chupa sangre