Directora Fusupo R. Los Ríos: «El centralismo se ve en la poca conectividad y baja oferta laboral en zonas apartadas»

Cerca de 3 mil postulantes tuvo la exitosa convocatoria de la Fundación Superación de la Pobreza para ser parte del programa SERVICIO PAÍS, que destina profesionales jóvenes a trabajar en comunas rurales y apartadas de todas las regiones y que se apresta a celebrar sus 20 años de trabajo por un Chile sin pobreza.

Estas semanas hemos dado a conocer la mirada y diagnóstico que la Fundación tiene en cada región y cómo están enfrentando los problemas sociales de la comunidad a través del SERVICIO PAÍS.

Valeria Salazar, directora FSP Región de Los Ríos: «Hay un gran centralismo de Valdivia que se refleja en la poca conectividad, baja oferta laboral en zonas apartadas y despoblamiento».

fusupo2Una de las zonas más bellas de Chile, rica en recursos hídricos y belleza natural, cumplió hace poco su séptimo cumpleaños como la región número XIV.  Los Ríos, una de las dos regiones  más nuevas de Chile enfrenta hoy, no sólo los nuevos desafíos tras constituirse como región, sino que los problemas pendientes que afectan históricamente a la población de sus zonas más apartadas.

Los profesionales del programa Servicio País trabajan justamente en acercar las oportunidades de desarrollo a las zonas más apartadas. Valeria Salazar explica que los principales problemas sociales de la región que aparecen reflejados en los diagnósticos comunales que levantan los profesionales tienen que ver con “el centralismo de la capital regional, expresado en la baja conectividad, calidad y pertinencia de los servicios, escasa oferta laboral en zonas apartadas, pocas actividades culturales artísticas, la migración rural a lo urbano, la pérdida de la identidad local, el despoblamiento, y la mayor densidad en zonas urbanas, entre otros temas, afectan a las comunidades en los grados de equidad e integración social presentes en nuestra región”, señala.

También la explotación comercial de la riqueza natural de Los Ríos, está poniendo en juego el desarrollo social: “la explotación de los recursos naturales, principalmente en la industria pesquera, las faenas agrícolas y la actividad forestal, mantienen a la población dependiendo de salarios bajos, hay grandes extensiones de territorios dedicadas al cultivo de especies, hay un constante flujo migratorio desde la ruralidad a los centros urbanos y un peligroso debilitamiento de los recursos naturales, lo que también pone en tensión la identidad regional”, dice Salazar.

Frente a este panorama, el equipo de la FSP en la región ha entendido la  urgencia de poner en diálogo a distintos actores del territorio, para ir generando espacios de reflexión respecto a las múltiples dimensiones de la pobreza y con ello avanzar en el “cambio en la mirada» necesario para impulsar políticas de desarrollo.  “Nuestros profesionales Servicio País están poniendo en valor y ayudando a visibilizar los recursos tanto humanos como sociales, naturales y culturales que existen y también la capacidad de la propia comunidad para apropiarse de las acciones que deben emprender para su buen vivir”, explica Valeria Salazar, y agrega que el programa siempre busca articular las oportunidades que brindan el Estado o los privados con las necesidades existentes y también busca vincular a nuevos actores a la misión de superar la pobreza, “ por ejemplo estamos trabajando con estudiantes (voluntarios y practicantes), vinculándolos a lo que hace el programa en las 5 comunas donde estamos”, señala.

Sobre lo que se necesita en la región para que las localidades apartadas avancen en su desarrollo, Valeria Salazar explica que el concepto de conectividad, podría ser la clave: “las comunidades se verían mayormente potenciadas en su desarrollo si consideramos que los problemas podrían resumirse en falta de conectividad, no sólo desde el acceso a distintos servicios o en el trasporte, sino conectividad entendida también, como vínculos con otros territorios, vínculo mayor entre los actores sociales, es decir, fortalecer las confianzas”.  Salazar también afirma que es fundamental proteger los recursos naturales que inciden directamente en el bienestar y asimismo, que las zonas más apartadas sean visibilizadas, que se valoren sus capacidades y recursos, se reconozcan sus modos de vida y que ese reconocimiento se traduzca en acciones de desarrollo con pertinencia territorial y con participación ciudadana real. “En esta región la gente quiere ser protagonista de sus transformaciones, que se valoren sus saberes artesanales y culturales, los conocimientos ancestrales y su inmensa capacidad para reinventarse y sobreponerse a las dificultades sin perder sus identidad”.

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