Cerca de 3 mil postulantes tuvo la exitosa convocatoria de la Fundación Superación de la Pobreza para ser parte del programa SERVICIO PAÍS, que destina profesionales jóvenes a trabajar en comunas rurales y apartadas de todas las regiones y que se apresta a celebrar sus 20 años de trabajo por un Chile sin pobreza.
Estas semanas hemos dado a conocer la mirada y diagnóstico que la Fundación tiene en cada región y cómo están enfrentando los problemas sociales de la comunidad a través del SERVICIO PAÍS.
Alejandra González, directora RM de la FSP: «En la capital también hay sectores rurales y su mayor problema es la invisibilización»
“Santiago También es Rural” se denomina uno de los proyectos que hace varios años viene desarrollando el equipo Servicio país de la Región Metropolitana. Y es justamente para visibilizar la ruralidad que aún sobrevive en comunas como Alhué, San Pedro o Curacaví, que se organizan seminarios, se proyectan estudios y se realiza la feria de productores que este año se desarrollará este 25 de noviembre en el Paseo Bulnes, en Santiago.
La gran urbe santiaguina parece aglomerar todo el desarrollo y las oportunidades. Esta es una región amplia y compleja, caracterizada por su segregación socio-espacial, por la existencia de complejos guettos urbanos y por su gran concentración demográfica. Aquí se discuten los grandes “temas país” y sus habitantes reaccionan masivamente a ellos cuando se organizan. La RM tiene una diversidad de identidades productivas, tiene una oferta cultural que la ha ido transformando, de hecho, en una región, cosmopolita, y existe una ruralidad invisible a los ojos de los habitantes urbanos pero que se niega a morir.
Servicio País hace lo suyo justamente en sectores rurales, pero también está presente en la ciudad, específicamente en las comunas de Independencia y Estación Central, trabajando el tema de los migrantes. “En las comunas urbanas donde estamos presentes, observamos la tensión social producto del fenómeno de migración, que se da tanto en la convivencia como en el acceso a las oportunidades. Los municipios han tenido que enfrentar el tema “en la medida de lo posible” y se están abriendo y/o potenciando los programas u oficinas que dan atención al migrante. Las escuelas, también, desarrollan iniciativas de inclusión a partir de la voluntad o creatividad de los directores, pero se observa una ausencia de orientaciones técnicas y pedagógicas que faciliten el trabajo en aula y orienten la buena convivencia, el respeto y valoración por la diversidad”, plantea Alejandra González, directora Región Metropolitana de la Fundación Superación de la Pobreza.
“En Independencia, por ejemplo, se acordó con el municipio y las escuelas donde estamos, iniciar un nuevo ciclo de trabajo con ‘Servicio País Educación’. Se convocará a representantes de todas las escuelas públicas de la comuna que tienen población migrante, para diseñar un análisis de los proyectos educativos y ver cómo se incluye la variable inclusión a la diversidad para llevarlo a la práctica durante 2015. Esperamos diseñar un plan de trabajo para cada escuela, sancionado por DAEM y directores de colegios y además, en alianza con la Universidad Santo Tomás, vamos a presentar un conjunto de metas e indicadores que permitan medir avance e impacto en cada establecimiento, buscando tener escuelas con un ‘sello multicultural”, señala.
Los sectores rurales, en tanto, presentan otras dificultades para su desarrollo. Como comenta la directora RM de la FSP, la invisibilización y el aislamiento, la implementación de políticas sociales no pertinentes, la poca conectividad en todo sentido, con presencia de sectores invisibles para la inversión privada, son algunas de las problemáticas que se han levantado desde los “diagnósticos participativos” que realizan los profesionales Servicio País en terreno. “Tenemos graves problemas de transporte inter rural e inter urbano, hay programas o fondos a los que se postula solo por internet, lo que inmediatamente excluye a la población que no tiene conectividad o alfabetismo digital, y también hay falta de servicios básicos como la inexistencia de farmacias, por ejemplo”, explica.
También hay zonas afectadas por la escasez hídrica, como San Pedro y Curacaví. “En estas dos comunas seguiremos profundizando el trabajo en la línea de la gestión ambiental local y en un proyecto sobre purificación de agua, que nos tiene muy entusiasmados”. En ambas comunas se trabaja en coordinación con Gobernación y servicios públicos regionales con el fin de acercar la oferta pública a las familias. González explica: “nuestro interés en las comunas rurales es potenciar la vinculación de la comunidad con el municipio, motivar al trabajo en red y potenciar el sentido de pertenencia”.
“Las localidades apartadas necesitan contar con una gestión pública eficiente, contar con un plan maestro que oriente dicha gestión, que esté orientado al desarrollo social y urbano, definir estrategias de colaboración público-privadas con foco en el desarrollo comunal y barrial, y por supuesto, avanzar en la renovación de liderazgos locales y el fortalecimiento de la gestión social comunitaria”, concluye.