Fundación CAP realizó 3ª Conferencia Magistral Familia y Escuela

Frente la creciente problemática de la violencia escolar, sobre todo con los ribetes que ha adquirido con las tecnologías y redes sociales, Fundación CAP trajo a Chile a experta catalana María Jesús Comellas a su 3ª Conferencia Magistral “Familia y Escuela, unidas para aprender a convivir hoy”. Ante una gran audiencia de profesores y apoderados que repletaron el Salón Fresno del Centro de Extensión de la UC, expuso su propuesta para prevenir la violencia escolar con una acción coordinada entre padres, colegio y la comunidad; junto con una mirada que invita a mirar también al grupo, no solo al agresor y el agredido.

“Tanto la familia como la escuela son reflejo de la sociedad y, de alguna manera, no están ´vacunadas´ contra los modelos y prácticas que se dan en ella”, afirmó María Jesús Comellas. La competitividad, el malestar, los celos, las tensiones y las agresiones ocurren desde la primera infancia, en el colegio y la familia, que son los principales agentes educativos.

Doctora en Psicología y profesora emérita del Departamento de Pedagogía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, María Jesús Comellas también es cofundadora y coordinadora del GRODE (Grupo de Investigación, Orientación y Desarrollo Educativo) de la misma universidad, que desde hace 13 años se ha enfocado en convivencia positiva y prevención de la violencia en las escuelas. Hoy está presente en 28 centros educativos, buscando una mejora del clima del aula. Su estrategia incluye a alumnos, profesores, instituciones, familias y personal de diferentes organismos.

La socialización se inicia en el núcleo familiar, desde el nacimiento mediante la comunicación afectiva, con una fuerte carga afectiva en sus relaciones. “Los padres deben poner énfasis en la comunicación, verbal y no verbal, y tomarse el tiempo necesario para hablar de sentimientos, aunque esto tenga que hacerse el fin de semana porque no hay este espacio en el día a día”, recalcó María Jesús Comellas a los asistentes.

A través de la educación, ejercida por la familia y la institución educativa, se favorece la integración en la sociedad de todas las personas, mediante la comprensión progresiva de las formas de comportarse en el grupo social. Los gestos y palabras cambian de significado según quién las diga, dónde y cómo, lo que implica complejidad y, en algunos casos, dificultades de comprensión. Por tanto, a través del proceso educativo, las instituciones deben transmitir al niño, gradualmente, los significados de las normas para conseguir su interiorización.

La empatía y la asertividad juegan un rol fundamental para que las relaciones mejoren en hogares y salas de clases. “La capacidad de hablar, serenarse y explicar lo que se piensa, sin ofender, es muy necesaria y va de acuerdo con el uso del lenguaje, el que con demasiada frecuencia sintetizamos. Así se puede ir enseñando a los niños a defender sus derechos, junto con cumplir sus deberes, preparándolos para ciudadanos.”

Diálogo familia-escuela

La académica española recalcó la importancia de una comunicación fluida entre familia y escuela para favorecer el desarrollo de actitudes que mejoren la convivencia. Se trata de educar para evitar actitudes y conductas contra los demás –insultos, descalificaciones, burlas, que se dan en todas las etapas educativas–, especialmente contra los más débiles y vulnerables. “Estas conductas no son normales ni responden a una crueldad innata de los menores, sino que responden a una falta de intervención educativa sistemática y clara, que favorezca modelarse como persona y miembro de diferentes grupos en los que convive”, subrayó.

Juntos con ambos agentes, María Jesús Comellas destacó el papel de la comunidad en lo que llamó “participación en red”, una vinculación social que incluya a las instituciones educativas, culturales, deportivas y de salud. Todo con el objetivo de construir seguridad, autoestima y evitar quiebres. “La ruptura de un solo nudo puede provocar la pérdida de los vínculos”, aseguró.

Por su parte, Eduardo Frei Bolívar, presidente de Fundación CAP, señaló que está comprobado que a medida que aumenta la calidad de la convivencia escolar bajan los indicadores de violencia, obteniéndose condiciones favorables para un mejor desempeño académico. “Sin un clima escolar sano, positivo y de buen trato, no hay posibilidad de lograr un escenario favorable para mejorar la educación. Y esto es transversal en todo establecimiento, ya sea público o particular”, agregó.

Tras su ponencia, la experta dialogó con un panel conformado por Christian Berger; doctor en Psicología Educacional y académico de la UC; la psicóloga Soledad Larraín, asesora del Consejo Nacional de la Infancia; Miguel Rozas, magister en Educación y coordinador de Escuela, Familia y Comunidad del Mineduc; José Domínguez, director de la escuela Diego Portales de San Bernardo y Tatiana Aguilar, apoderada de la escuela Francisco de Asís de Colina, ambas escuelas participantes del programa Aprender en Familia de Fundación CAP.

Los asistentes incluyeron a profesores y directivos de regiones. Germán Cisternas, director de la Escuela Dama Blanca de Talcahuano, destacó el contenido de la conferencia. “Es un llamado a renovar compromisos y testimonios. Lo que hoy se graficó es que uno no se debe quedar en la lucha y solo trabajar la violencia en sí misma, sino que hay que enfocarse en los agentes externos, los contextos que rodean a la escuela como la familia y la comunidad”, reflexionó.

AL final del encuentro todos los asistentes recibieron de regalo el libro “Un enfoque educativo para prevenir la violencia en la escuela” de María Jesús Comellas, editado especialmente por Fundación CAP para esta Conferencia Magistral.

Este evento se sumó al ciclo de conferencias magistrales que Fundación CAP organiza anualmente, con el propósito de contribuir con la capacitación y formación de profesores, directivos y educadores en general, a través de la entrega de nuevos conocimientos y experiencias de nivel mundial sobre la relevancia de generar una efectiva alianza entre la escuela y las familias en la búsqueda de mejorar la calidad de la educación.

Fundación CAP

La principal iniciativa de Fundación CAP actualmente es su programa “Aprender en Familia”, que ha beneficiado a 28 mil niños y sus familias, de un total de 60 escuelas municipales de Atacama, Coquimbo, Metropolitana y Biobío. Su gran desafío es potenciar el aprendizaje y desarrollo de los alumnos –en su mayoría con alta vulnerabilidad social– involucrando a sus padres y/o apoderados en su proceso educativo. Con una duración de tres años, es un programa único en Chile. Contempla el trabajo en tres áreas: Relación Familia y Escuela, que desarrolla una alianza estratégica entre la escuela y las familias, capacitando a profesores y directivos; Escuela de Padres, que fortalece las competencias parentales, formando a padres y apoderados para que actúen como monitores de sus pares, y Red-Creando, que refuerza los vínculos y amplía las redes de apoyo a la familia, a través de actividades culturales y deportivas que congregan a la comunidad.

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