Fundación Gestión Vivienda ahora es Urbanismo Social:el centro son las personas

La organización creada hace seis años por un grupo de jóvenes profesionales amplía su horizonte de trabajo desde la vivienda al barrio y la ciudad, a través de sus tres áreas: Gestión Vivienda, Gestión Barrios y Gestión RSE. Con eso, se busca que las personas se sientan felices de vivir en el lugar que habitan, detonando procesos sociales sostenibles y participativos  a través de intervenciones físicas que denominan su ”Caballo de Troya”. Además, en se está construyendo un indicador que mide la eficacia del modelo.

 

logo_urbanismosocial_fbA seis años de su creación, la Fundación Gestión Vivienda inicia una nueva etapa de trabajo. Partieron el año 2007 desarrollando proyectos de vivienda social enfocados a entregar una casa propia de calidad a las personas y sus familias. Tras el terremoto y maremoto del 27 de febrero de 2010 se sumaron al proceso de reconstrucción en la Región del Maule, ampliando su cantidad de iniciativas y llegando a construir cerca de 2 mil viviendas para familias vulnerables en distintas regiones del país.

Hasta entonces, el nombre Fundación Gestión Vivienda explicaba su quehacer. Sin embargo, siempre han visualizado la entrega de la vivienda como el principio y no el fin del trabajo. Hoy, entregadas muchas de las viviendas que construyeron, están trabajando en el desarrollo de las comunidades que habitan estos nuevos barrios. “Entendemos que si no seguimos trabajando con los nuevos vecinos fortaleciendo su organización comunitaria, identidad y autonomía en el desarrollo de barrio, no lograremos nuestro objetivo de que las familias se sientan felices de vivir en el lugar que habitan, y es posible que se deteriore todo el trabajo realizado a la fecha”, explicó Pilar Goycoolea Ferrer, su Directora Ejecutiva.

Considerando lo anterior, la fundación plantea un modelo de Urbanismo Social Preventivo, que evite el deterioro de los barrios de vivienda social para no perder el capital físico y social construido con tanto esfuerzo en las etapas previas a la entrega de la vivienda y esperan que se instale en el futuro como política pública. “Hoy, sólo el 2% del presupuesto de vivienda social se invierte en capital social, todo el resto en capital físico. ¿Cómo queremos entonces tener barrios integrados, autónomos y que se mantengan sanos en el tiempo?” dice su Directora Ejecutiva”.

En Urbanismo Social creen que el valor que tienen las intervenciones físicas es su capacidad de ser detonantes de procesos sociales “por eso decimos que la nueva infraestructura es el  Caballo de Troya para ingresar a los espacios» y así, desde el año 2013 ampliaron su ámbito de acción a la implementación de proyectos urbanos, diseñando y ejecutando estrategias que permiten un desarrollo territorial inclusivo, vinculando a distintos actores -públicos y privados- y poniendo en el centro la calidad de vida de la comunidad cercana. Este es el caso, por ejemplo, del Plan Social del proyecto Núcleo Ochagavía, de la empresa Red Megacentro, que reciclará el edificio conocido históricamente como el Elefante Blanco de Pedro Aguirre Cerda para convertirlo en un Centro Logístico y Empresarial.

 

En búsqueda del indicador de felicidad en barrios

Sin embargo, lo más importante de su trabajo es lograr que las personas se sientan felices de vivir en el lugar que habitan. En base a la experiencia y con el apoyo de expertos en el tema, han construido un instrumento que permita evaluar su trabajo para saber cómo se sienten las personas con las que trabajan al implementar el modelo de Urbanismo Social Preventivo.

“Queremos dar vuelta las cifras que indican que el 90% de los habitantes de barrios mal diseñados, alejados, sin servicios ni áreas verdes sienten miedo y vergüenza del lugar en el que viven y un 64.5% abandonaría sus viviendas sociales si pudiera” agrega Goycoolea.

La buena noticia es que donde realmente está  la posibilidad de cambiar estas cifras es en el desarrollo de capital social. Por esta razón la fundación adopta la felicidad como eje de su intervención y se compromete a mejorar su modelo de Urbanismo Social Preventivo, midiéndolo bajo esta perspectiva. En este desafío, han contado con el apoyo del Instituto de Bienestar y otros expertos chilenos que les han ayudado a confeccionar y validar instrumentos para evaluar el modelo y, lo más importante, a poner el foco de su intervención en el lugar correcto.

Los primeros resultados de la medición del modelo en barrios indican que se producen diferencias importantes entre los que recomiendan vivir en un barrio en relación a aquellos que no lo hacen, cuando se indaga sobre las relaciones de ayuda, vínculo entre las personas y redes. Esto da luces respecto de lo que podría ser más importante para una persona y su familia a la hora de decidir mantenerse y proyectarse en un lugar. Fortalecer el capital social de las comunidades, antes y después de la entrega de la vivienda, es fundamental para garantizar la sustentabilidad de un barrio y el bienestar de las personas que viven en él.

Fundación Urbanismo Social actualmente está presente en 15 comunas de 4 regiones del país desarrollando diversas iniciativas a través de Gestión Vivienda, Gestión Barrio y Gestión RSE.

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