Abogados voluntarios han asesorado más de 7 mil personas y organizaciones sociales.
La Fundación Pro Bono nace con la misión de brindar acceso a la justicia a personas, sectores y grupos vulnerables que no pueden pagar y requieren asesoría legal.
Pro Bono cuenta con más de 30 estudios jurídicos miembros, además de una red de 300 abogados voluntarios. Durante sus 11 años de existencia, la organización ha prestado asistencia jurídica a más de 7.500 personas y organizaciones sociales.

Esta Fundación desarrolló programas específicos de trabajo, canalizando el voluntariado profesional de los abogados en los temas: discapacidad, arbitraje, familia, violencia escolar y familiar, microempresarios, acceso a la información, apoyo a víctimas de delitos violentos y organizaciones sociales. La contribución pro bono se concreta a través de asesoría individual, capacitación, litigios en casos emblemáticos de interés público, informes en derecho y la participación de abogados en la discusión de políticas públicas en temas de interés social.
Esta labor se realiza mediante alianzas estratégicas con instituciones públicas y privadas.
Historia
Fundación Pro Bono nace a fines del año 2000 por iniciativa de un grupo de abogados que, inspirados en la práctica pro bono (para el bien público) de países desarrollados, buscan replicar este modelo de voluntariado profesional en Chile.
Con este fin los fundadores: Beatriz Corbo; Ciro Colombara; María Paz Garafulic; Pablo Guerrero; Juan Pablo Olmedo y Francisco Orrego se contactan con destacadas entidades internacionales con experiencia este ámbito para conocer su metodología de trabajo e insertar esta buena práctica en nuestro país.
Asimismo, Pro bono ha generado diversas alianzas estratégicas con entidades públicas y privadas, nacionales e internacionales, para identificar a potenciales beneficiarios y ofrecer oportunidades de trabajo voluntario a los abogados.
También ha incorporado el concepto de trabajo pro bono al interior de colegios de abogados, facultades de derecho, Ministerio de Justicia y Poder Judicial, entre otras instituciones.
El voluntariado profesional de los abogados se organiza a través de Redes Pro Bono integradas por oficinas de abogados, abogados individuales y Notarías. Esta labor se difunde entre los actores de la profesión a través de encuentros, seminarios, talleres y charlas con el fin de extender esta buena práctica como una contribución del sector privado al mejoramiento del acceso a la justicia.