Este mes estaremos dando a conocer la mirada y diagnóstico que la Fundación Superación de la Pobreza tiene en cada región y cómo están enfrentando los problemas sociales de la comunidad a través del SERVICIO PAÍS, programa que destina profesionales jóvenes a trabajar en comunas rurales y apartadas de todas las regiones y que se apresta a celebrar sus 20 años de trabajo por un Chile sin pobreza.
REGIÓN DE AYSÉN:
Irina Morend, directora regional de la Fundación: “Hay fuerte inversión y cobertura estatal, pero en el discurso local se mantiene la sensación de vulnerabilidad por aislamiento”.
Aysén es una región que se caracteriza por las riquezas naturales y por la condición natural de aislamiento. Es extensa en territorio y pequeña en población, con una densidad de 0,9 habitantes por km2. “Es una región en la que conviven dos mundos: el rural de pequeños villorrios y campos aislados por la lejanía y la poca conectividad; y el urbano más denso, en plena transformación hacia la segmentación social”, señala Irina.
Las cifras son auspiciosas para Aysén. La reducción de la pobreza e indigencia, tal como sucede en el país, ha tenido una baja significativa de 23% durante los últimos 24 años, según CASEN 2011. Sin embargo, “la experiencia en pobreza en la región tiene dimensiones subjetivas: el aislamiento que es una condición natural de la región se confunde con la exclusión que es más bien una práctica sociocultural”, indica Morend.
Dentro de los problemas vinculados a la exclusión, se identifican –según la directora regional– que “los más altos ingresos de la región marcan la pauta de los costos de vida, oprimiendo la capacidad de las familias de bajos ingresos. Imagínate una familia que recibe el sueldo mínimo, tiene dos hijos y debe pagar un costo de calefacción por leña de $40.000 mensuales”.
SERVICIO PAÍS en la región trabaja en fortalecer las organizaciones; diagnosticar y abordar el mejoramiento de las condiciones de la vivienda; rescatar la historia oral con los adultos mayores y transferirla a los niños y jóvenes; y en reintegrar a personas en situación de pobreza al mundo productivo.
En relación con esto último, SERVICIO PAÍS también apoya a mujeres artesanas y campesinas a complementar sus ingresos familiares con la comercialización de productos que elaboran en sus escasos tiempos disponibles. Recientemente un grupo de ellas viajó a Santiago a exponer y encontrarse con pares de Argentina y Perú. Con el mismo objetivo, de aumentar los ingresos de futuros adultos en situación de vulnerabilidad, trabajan con escuelas de Aysén para vincular a los jóvenes con conocimientos del mundo laboral y generar aprendizajes específicos, como la elaboración de artesanías y cultivos hortícolas, que podrán servirles cuando sean adultos.
Otra problemática de la región es la vulnerabilidad de los adultos mayores. Este grupo etáreo es poco considerado como fuente laboral, tampoco –según la directora– se les valora como portadores de la historia regional, “muchos poseen viviendas precarias, mala condición de salud y viven en condiciones de aislamiento, lo que es una pésima combinación para su bienestar”. Por ello, “hemos definido como el eje de nuestro trabajo el involucrar a este segmento en todas nuestras intervenciones, ya sean éstas en el ámbito cultura, hábitat o trabajo”.
Los niños y jóvenes son otro segmento relevante para SERVICIO PAÍS. Ésta es una etapa esencial para desarrollar las habilidades, destrezas y generar resiliencia que les permita superar los problemas. Con los jóvenes, el trabajo principal es visibilizar sus capacidades, desarrollar sus competencias laborales, y convertirlos en actores sociales y democráticos del futuro. En tanto, con niños y preescolares, apuntamos a desarrollar en ellos competencias que favorezcan la convivencia escolar y los vinculen con el entorno cultural, social, productivo y ambiental.
A futuro, el escenario de pobreza en la exclusión debiera considerarse en las mediciones y en las intervenciones públicas.