Cerca de 3 mil postulantes tuvo la exitosa convocatoria de la Fundación Superación de la Pobreza para ser parte del programa SERVICIO PAÍS, que destina profesionales jóvenes a trabajar en comunas rurales y apartadas de todas las regiones y que se apresta a celebrar sus 20 años de trabajo por un Chile sin pobreza.
Estas semanas hemos dado a conocer la mirada y diagnóstico que la Fundación tiene en cada región y cómo están enfrentando los problemas sociales de la comunidad a través del SERVICIO PAÍS.
Rodrigo Rivas, director FSP Magallanes: «la pobreza en esta región es invisible tanto para la política social como para la misma comunidad”
La región más austral y más grande de Chile, es también la más desconectada del resto del país por vía terrestre. Y si a su gran superficie sumamos su alta dispersión geográfica y el carácter extremo y riguroso de su geografía y su clima, tenemos como resultado la conformación de un territorio con pequeños asentamientos muy dispersos entre sí, que actualmente presentan una importante dependencia de sus cabeceras provinciales y éstas, al mismo tiempo, de Punta Arenas, su capital regional, que actualmente concentra a alrededor del 80% de la población.
Si bien los indicadores de ingresos evidencian que la pobreza en la región de Magallanes se ha reducido en general durante los últimos años, una mirada multidimensional de este fenómeno, habla de una realidad distinta. Rodrigo Rivas, director regional de la FSP plantea que existen dificultades para poder observar e incorporar en las mediciones o nociones que se manejan, las particularidades de un territorio con las características de este. “nuestra región da cuenta de situaciones singulares de pobreza y que por tanto no estarían siendo visualizadas por las mediciones tradicionales. Una pobreza que existe, pero que dada su particular expresión, se invisibiliza a ojos de la política pública y la comunidad en general. Es una pobreza que existe pero no se ve”, señala Rivas.
Los principales problemas sociales que expresa esta pobreza en la región, según el director de la Fundación, dicen relación, por ejemplo, con el alto costo de la vida en comparación con otras regiones del país, “si bien existen algunos sectores con cierto incremento en sus remuneraciones por zona, en la práctica, son similares a las del resto del país en una zona en donde el costo de vida es a todas luces más alto. Y todo esto agudizado por el efecto de otras variables tales como la rigurosidad climática, la disponibilidad de alimentación de calidad, y el costo de los servicios básicos”, señala Rivas.
Otro problema, agrega, son las escasas y poco pertinentes instancias de formación y capacitación de capital humano: “adquiere especial relevancia aquí la posibilidad de fortalecer el desarrollo educacional, extendiendo mayores vínculos entre este y las oportunidades laborales concretas y de recursos que ofrece la región. Por ejemplo, en el caso de la escasa oferta educativa asociada a las líneas prioritarias de desarrollo regional, como la minería, la energía o el turismo”.
También se vive con intensidad en Magallanes, de acuerdo a Rivas, el aislamiento geográfico, que redunda en algunos casos en la dificultad de acceso a servicios básicos; la segregación territorial, que está presente y desarrollándose en los dos mayores polos urbanos, que son Punta Arenas y Puerto Natales; y la mala calidad del empleo, sobre todo por su carácter no permanente y estacional, situación que se acentúa en aquellas comunas con menor población.
Servicio País está dedicado a la tarea de promover y fortalecer la cohesión territorial, situación que está a la base de los problemas en una zona tan dispersa, y sus profesionales están trabajando en este tema en barrios urbanos y localidades más aisladas. Los jóvenes también están realizando acciones de promoción de la participación y la actoría social, y el equipo regional de la Fundación está generando propuestas y acciones que tiendan a dar mayor pertinencia a la aplicación de las políticas públicas en la región. “Lo que más necesitan las localidades apartadas son políticas públicas con pertinencia territorial y generadas desde las propias necesidades de las comunidades que habitan el territorio, que exista una coordinación de la oferta pública y privada de oportunidades, y medidas urgentes para reducir las brechas territoriales de tal forma de asegurar un piso mínimo de calidad de vida a los pobladores de zonas aisladas de la región”, concluye Rivas.