Así lo revela el estudio “Desmitificando el temor a las Comunidades”, presentado y realizado por PROhumana. El estudio recoge la visión de 47 líderes empresariales acerca de su experiencia en el relacionamiento comunitario.
En un evento que reunió a más de 100 personas, PROhumana dio a conocer los resultados del estudio “Desmitificando el temor a las Comunidades”, que recoge las reflexiones de 47 líderes empresariales en torno a la necesidad de co-construir diálogos basados en la confianza y no en el miedo, mediante una visión de largo plazo.
Los resultados del Estudio fueron comentados por un panel de amplia representatividad conformado por Clara Budnik, Directora Ejecutiva de Fundación Democracia y Desarrollo; David Noe, VP de Asuntos y Sustentabilidad de Transelec; Hernán Orellana, Director Ejecutivo del Centro I+D de Telefónica Chile; Iván Chamorro, Gerente de Asuntos Públicos y Responsabilidad Corporativa de Arauco; y Leonardo Moreno, Director Ejecutivo de Fundación Superación de la Pobreza. El espacio fue moderado por Soledad Teixidó, Presidenta Ejecutiva de PROhumana.
Resultados del estudio
Los detalles del estudio fueron dados a conocer por Soledad Teixidó, quien evidenció que “la relación con la comunidad se ve desde la dificultad, sin embargo, se busca entrar en una etapa de proposición”.
En ese sentido, el análisis de discurso recogido en el estudio puso de manifiesto que para avanzar en mejores relaciones es fundamental incorporar emocionalidad al diálogo, lo que hasta ahora no ha sido posible porque han imperado otros elementos como miedo, desconfianza, ignorancia, desconocimiento, falta de empatía, poco manejo de expectativas, falta de escucha activa, poca conexión en el lenguaje, entre otros.
Otro de los aspectos que destaca el documento es la forma reactiva en que las empresas se relacionan con las comunidades. Existe la tendencia a pensar que vincularse con la comunidad es una dificultad real y muchas veces es vista como un problema. Los motivos que se identifican en este aspecto son: históricos y culturales, relacionados con el crecimiento del negocio, posturas de soberbia y desinterés, y falta de emoción. “Esto genera que el vínculo sea en la mayoría de los casos puramente transaccional y asistencialista”, resaltó Soledad Teixidó.
En relación con los roles y liderazgos que cumple cada uno de los actores que participan en el relacionamiento comunitario, el estudio pone de manifiesto la importancia del rol de los trabajadores de la empresa como agentes de cambio. “Son los que aportan la dimensión humana al relacionamiento comunitario”, explica Soledad Teixidó, dejando en evidencia que es necesario armonizar la emoción, el lenguaje y los conocimientos técnicos en pos del éxito de dicho vínculo.
Posibles soluciones
El estudio también recoge posibles medidas y formas de mejoramiento para avanzar hacia relaciones más exitosas. Las más destacadas son:
• Planificar y promover relaciones tempranas
• Uso de hoja de ruta
• Capacitación y preparación
• Diálogo colaborativo en pos del desarrollo
• Generación de alianzas locales
• Visión de desarrollo local y de largo plazo
Junto con estas propuestas, el estudio también recoge dos lineamientos principales de acción:
• Las empresas buscan salir del asistencialismo y entrar en una nueva etapa de mayor conversación y trabajo conjunto.
• Las plataformas tecnológicas surgen como recurso necesario para sistematizar compromisos, acuerdos, promesas y mecanismos.
Intervenciones
Los panelistas del evento también hicieron sus aportes en cuanto a la relación con la comunidad.
Iván Chamorro destacó que la colaboración es clave y en ese sentido, planteó que la metodología de la organización debe ser trabajar en red. Asimismo, planteó que “es necesario reforzar la relación con los vecinos y comunidad pues existe un gran impacto de estas relaciones en la propia compañía”.
Leonardo Moreno manifestó que “el concepto que tenemos de comunidad está elaborado desde el “nosotros” (la empresa) y estamos equivocados, porque hay que construirlo a partir de otras visiones”. Y en esa línea propuso que la pregunta clave que debemos hacernos es “¿Quién es el otro?”
David Noe reconoció que en el relacionamiento comunitario “las empresas lo han hecho bastante mal”, apuntando que “la comunidad de antes, en lo referido a lo territorial, ha ido cambiando y se ha ampliado más allá del uso del territorio lo que lo hace más difícil de relacionarse”.
Hernán Orellana aportó su visión desde el campo de la tecnología haciendo alusión a que ésta es es una herramienta para facilitar el proceso de co-construcción con las comunidades. “La tecnología permite un feedback instantáneo con la comunidad, como también tener a disposición la trazabilidad de las diversas transacciones”, explicó.
Clarita Budnik dio a conocer las experiencias de Fundación Democracia y Desarrollo en el ámbito de las relaciones comunitarias dando a conocer cuatro de sus proyectos: Vecinos Conectados, Bibliotecas para tu Acción, El Quinto Poder y Tu Constitución.
Metodología del estudio
Este estudio contiene el análisis de las reflexiones a las que llegó un grupo de 47 Gerentes Generales y Gerentes de las Áreas de Sustentabilidad y Asuntos Públicos en torno a cuatro preguntas acerca de las relaciones con las comunidades y la co-construcción de diálogos para generar garantías de éxito, las cuales fueron respondidas en el marco de las “Mesas Redondas: Desmitificando el temor a las Comunidades”.
Se utilizó la metodología de grupo de discusión, dirigida por una moderadora, en base a mesas de máximo 14 personas. La información se analizó con la técnica de análisis de discurso y de contenido. El tiempo total de cada Mesa Redonda fue de 90 minutos, aproximadamente.