Proyecto de eficiencia energética: Internos de Colina II avanzan a la reinserción y cuidan el medio ambiente

Los internos del módulo 5 del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Colina II, ya pueden cocinar en hornos solares y ducharse por primera vez con agua caliente tras la implementación de paneles termosolares, herramientas de energía sustentable que han logrado aplicar mediante capacitaciones impartidas para el cuidado del medio ambiente.

Este logro se enmarca en el proyecto de eficiencia energética financiado por el Fondo de Protección Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente y ejecutado por Fundación Casa de la Paz.

El Director Nacional de Gendarmería, Tulio Arce Araya aplaudió la iniciativa, pues, “la reinserción social no es monopolio de Gendarmería, es tarea de todos los chilenos, y hoy día se ve reflejado en que el ministerio, fundaciones, personal civil y uniformados, están aportando a la reinserción social, y con ello se aporta a la seguridad pública de nuestro país”. Palabras con las que coincidió el subsecretario de Justicia, Ignacio Suárez.

Para Claudia Caroca, asistente social del penal, la implementación de los proyectos ecológicos “ha sido un desafío muy grande, pero cada vez más fácil de llevar con la colaboración de todos los internos y su compromiso. Se ha generado un desarrollo de conciencia ambiental y a la vez ellos se han convertido en educadores”.

Por su parte, el ministro del Medioambiente, Pablo Badenier, aseguró que “ha sido una grata experiencia compartir este proyecto y poder transmitir conocimientos en tecnologías de bajo impacto ambiental, como la energía solar, realizar huertos y talleres de reciclaje con los internos”.

El proyecto “Colina II, Primer Centro Penitenciario con Modelo de Gestión Ambiental” fue ejecutado a lo largo de siete meses por Fundación Casa de la Paz, en el marco del programa Colina2.Zero de Gendarmería de Chile. La directora Ejecutiva de la ONG, María Eliana Arntz, indicó que “aquí se ha recuperado la dignidad de los internos, eso a uno le devuelve la esperanza de que estas personas que se ven como peligrosas son capaces de hacer cosas maravillosas. Esta es una señal para el país de que podemos confiar y que todos tenemos la oportunidad, si nos caemos, de volver a recuperarnos. Con el esfuerzo del Estado, a través de las instituciones que aquí participan y con la colaboración de la sociedad civil, podemos volver a entregar dignidad a estas personas que por algunos errores han tenido que cumplir condenas”.

Finalmente el interno, Felipe Huerta quien fue uno de los participantes de los talleres, señaló que “a lo largo de estos meses de trabajo hemos adquirido grandes conocimientos con los cuales podemos apoyar a nuestras familias y ejercer un trabajo cuando recuperemos nuestra libertad”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *