Voluntariado Corporativo: el compromiso de las instituciones socialmente responsables

Por Gabriela Castillo

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Foto gentileza Outset

Durante los últimos años, diversas empresas y organizaciones han recurrido a nuevas estrategias para contribuir de manera responsable con la sociedad, alejándose del modelo tradicional del donativo económico, para tratar de que los funcionarios se involucren directa y efectivamente en el quehacer social. Esto, con el objetivo de humanizar la ayuda y generar un valor que supera al solo aporte monetario, involucrándose en experiencias que acercan la realidad país.

Se trata del llamado voluntariado corporativo, tendencia que las empresas estas adquiriendo a medida que descubren que la nueva manera de crecer es comprometiéndose con principios sociales y medioambientales, ya sea incorporando este concepto como parte de sus fundamentos, o como parte de sus líneas de acción.

En Chile la tendencia ha tomado mayor relevancia estos últimos años y existen diversas organizaciones que se han encargado de potenciar esta iniciativa.

“El voluntariado, es una de las estrategias más potentes para fomentar una participación ciudadana responsable, es una acción que permite que diversos  mundos se encuentren y disminuyan las brechas que los separan”, explicó Consuelo Alvear, directora ejecutiva de Fundación Trascender, organización que lleva seis años promoviendo el voluntariado corporativo.

Su misión en esta área se centra en que profesionales de manera voluntaria donen horas de asesoría y capacitación a organizaciones sociales que no tienen acceso a los conocimientos técnicos que necesitan y, desde ese lugar, contribuir a la superación de la pobreza. Sólo en 2014, capacitaron y asesoraron a más de 250 organizaciones en proyectos de voluntariado profesional y corporativo.

“Superar la pobreza es responsabilidad de todos, no basta con el trabajo de organizaciones sociales ni del estado, necesitamos empresas comprometidas con las problemáticas sociales, que se involucren de manera activa no solo con donaciones, sino también con su capital más importante: las personas. Por eso el voluntariado corporativo es una excelente herramienta para cumplir ese rol, dando sustentabilidad a su labor, a través de sus talentos”, señaló Alvear. “El voluntariado corporativo, es una contribución concreta, que permite que profesionales  dentro de su horario laboral, por beneficio de la compañía, aporten con sus conocimientos a una sociedad más justa, con una repartición del conocimiento y de las redes mucho más equitativa” agregó.

Desde la fundación, explican que las ventajas y ganancias de implementar programas de voluntariado corporativo no solo va en dirección de quien recibe la acción, sino también con quienes la realizan y en beneficio de ellos. Así, esta práctica permite desarrollar habilidades sociales, formar a profesionales con mayor conciencia social y con una visión de mundo más amplia. Además, se fideliza a los trabajadores de la organización que implementa la iniciativa con sus políticas sociales, permite realizar un aporte más concreto y tener un compromiso integral con la comunidad, aspectos que generan una mejor sociedad.

Empresa social para el voluntariado

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Foto gentileza Outset.

En junio de 2014, un grupo de tres jóvenes –Felipe Navarrete, Pablo Goyheneche y Ettienne Arana- crearon una empresa que se dedicada exclusivamente a la realización de programas de voluntariado corporativo. Se trata de Outset, que tiene como objetivo contribuir con un mejor país a través de la vinculación de sus clientes –empresas- con los sectores más vulnerables del país generando un impacto  social.

“Queremos demostrar que el sector privado puede generar un impacto social positivo si las empresas se involucran y se hacen responsables de la temáticas sociales; entregando herramientas, soluciones y aportes a los problemas públicos”, comentó Pablo Goyheneche, Co fundador y actual gerente de Gestión de Outset. “En este sentido es responsabilidad nuestra producir estos programas y entusiasmar a las diferentes empresas e industrias del sector privado, a que se involucren a desarrollar programas de voluntariado corporativo de manera profesional”, agregó.

La idea de crear esta empresa nació luego de que sus integrantes trabajaran directamente en temas de pobreza desde distintas fundaciones. Su propuesta era romper con la concepción de que sólo es tarea de los municipios, ministerios y Estado entregar soluciones a problemas públicos y que la responsabilidad de superar la pobreza del país también recae en la empresa.

Para esto, consideran necesario dejar  la sola filantropía de las empresas hacia el mundo público, y conseguir el involucramiento directo y permanente de la empresa con los sectores vulnerables; intentando que la iniciativa surja de los propios trabajadores.

“No hacemos acciones de marketing donde una empresa y sus trabajadores se involucren por 3 horas y luego no vuelvan más a interactuar con la comunidad. Nosotros hacemos proyectos de largo plazo que generan un impacto social positivo en las comunidades donde se involucra la empresa”, explicó Goyheneche. Agregó que “La idea es que la participación sea transversal, independiente del cargo que se tenga dentro de la empresa. Queremos que el voluntariado corporativo genere un ambiente donde la primera prioridad sean los mismos trabajadores de la empresa y que a ellos se les entreguen las herramientas con las cuales puedan demostrar que esa organización tiene una serie de valores y principios; un forma de trabajo donde se involucra socialmente y donde genera beneficios donde están”.

Para eso, señalan, “no hacemos un voluntariado corporativo en las oficinas de la empresa, lo hacemos en terreno. No queremos que la empresa sepa que la pobreza extrema es el 15%, queremos que esa empresa sepa que esa pobreza extrema tiene un nombre, una historia, y que hay que trabajar junto a ellos por superarla”.

Actualmente, se encuentran trabajando en 5 proyectos activos.

 

El camino de Chile en la materia

Pese a que durante los últimos años ha sido una tendencia más constante entre las empresas, en términos comparativos, existe mucha brecha en el desarrollo e implementación de estos programas con los países anglosajones.

“Si bien el voluntariado corporativo poco a poco ha tomado vuelo como una alternativa seductora para las empresas que quieren ser socialmente responsables, falta que se integre como una vía estratégica que genera valor”, señala Consuelo Alvear de Trascender.

Hoy, hay diversas formas de implementar programas corporativos: figuras tales como colaboradores de una empresa que realizan actividades esporádicas en el tiempo con organizaciones sociales vinculadas con la compañía, como celebraciones del día del niño, Navidad, entre otros. Hay otros proyectos, sostenidos en el tiempo, en donde los colaboradores de las empresas realizan asesorías desde sus conocimientos a personas que requieren capacitación. Así también, existen empresas que prefieren realizar una especie de intercambio, en donde por un periodo determinado de tiempo, envían a un profesional de manera gratuita a trabajar en una organización vulnerable.

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