El cáncer infantil es una realidad dolorosa que afecta a niños de todos los países latinoamericanos y en busca de programas y políticas públicas de salud más efectivos, nos une hoy a través de un significativo esfuerzo de cooperación internacional a través del Fondo Chile, una iniciativa de nuestro gobierno a través de la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Se trata de la implementación de un programa de cuidados paliativos y alivio del dolor para niños enfermos de cáncer en seis centros de oncología infantil de Bolivia, Perú, Colombia y Paraguay.
La experiencia chilena ejecutada por la Fundación Nuestros Hijos (FNH) en conjunto con el Hospital Exequiel González Cortés podrá ser replicada tras una enriquecedora relación de intercambio con autoridades sanitarias, profesionales de la salud y familiares de niños con cáncer de los países vecinos. El Programa considera la formación de profesionales de la salud de en Cuidados Paliativos e involucramiento de la sociedad civil local.
En Chile se diagnostican 500 nuevos casos de cáncer en niños al año, derivando en tratamiento mediante quimioterapia, cirugía o radioterapia, los que son implementados mediante políticas públicas y programas sociales y médicos de instituciones no gubernamentales y la sociedad civil organizada. Escuelas intrahospitalarias y casas de acogida logran una mirada más humana y de atención integral a la dura realidad del cáncer que afecta a familias completas.
Según el Ministerio de Salud, la incidencia de cáncer infantil es de 12.5 por 100.000 niños. Chile, aún en vías de desarrollo, muestra resultados de sobrevida a 5 años en cáncer infantil de 75%, comparables con países desarrollados. Esto se debe a una muy buena política pública y un trabajo coordinado con la sociedad civil. FNH ha trabajado complementando al Sistema Público de Salud a través de servicios médicos y sociales a los pacientes, apoyo a la formación profesional e investigación, infraestructura y equipamiento hospitalario, entre otros; mientras que sus Casas de Acogida reciben a pacientes de regiones durante los tratamientos y las Escuelas Intrahospitalarias permiten a los niños continuar con sus estudios.
El Programa busca adecuar la exitosa estrategia chilena de cuidados del cáncer en niños a la realidad local de cada país, implementando un programa de Cuidados Paliativos y manejo del dolor en pacientes terminales, para acompañar a los niños y sus familias en la última etapa de su vida y superar el proceso de duelo.
En el futuro se espera colaborar con la implementación de casas de acogida en estos cuatro países, apuntando a disminuir las tasas de abandono del tratamiento. Una hermosa alianza público-privada de cooperación entre países del sur que beneficia a niños latinoamericanos más allá de nuestras fronteras.