En estas semanas hemos apreciado el liderazgo que ha asumido la sociedad civil a la hora de manifestar la situación de desigualdad presente en nuestro país durante las últimas décadas.
Como consecuencia de este fenómeno, una gran parte de la población no ha podido ser partícipe del desarrollo humano, como es el caso de las personas con discapacidad, quienes se han visto afectadas por un entorno que, pese a los esfuerzos realizados, aún impide su plena participación en ámbitos como el trabajo, educación, cultura, vida social, entre otros.
Las cifras están a la vista, según la encuesta de Casen un 10,7% de personas presentes en el en el sector de menores ingresos, tiene algún tipo de discapacidad, frente a una cifra que se reduce a menos de la mitad si nos referimos a la presencia de este colectivo en el quintil más acomodado de nuestro país.
Esta situación no es al azar, pues se explica que las personas con discapacidad presentan mayores índices de pobreza multidimensional, superando en 5 puntos porcentuales al resto de la población. Este indicador se refiere a las dimensiones que van más allá al ingreso del hogar y que son fundamentales para el diseño de políticas públicas.
La evidencia demuestra que pobreza y discapacidad se encuentran directamente relacionadas, porque las barreras presentes en ambientes como educación y trabajo, por mencionar algunas, limitan a este colectivo, lo que tiene consecuencias no sólo para las personas con discapacidad, sino para sus familias y la sociedad en general. Un ejemplo de esta realidad se expresa en las cifras de la Casen, donde las personas con discapacidad poseen en promedio 3,3 años menos de educación que el resto de la población y sólo un 30,3% realiza alguna actividad productiva remunerada, evidenciando menor participación social y un costo significativo para el Estado en prestaciones sociales de tipo asistencial.
Desde Fundación Descúbreme invitamos a la reflexión y al diálogo a los distintos actores que forman parte del ecosistema de la inclusión. Creemos que el empleo en condiciones de igualdad es una de las medidas más efectivas para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad, y para ello abriremos las puertas en los próximos meses para avanzar en comunidad en una nueva iniciativa llamada Pacto de Productividad.
La finalidad es trabajar de manera coordinada, junto a organizaciones de la sociedad civil, organismos multilaterales, sector privado y Gobierno en un proyecto que brinde las bases para que nuestro país cuente con políticas de empleo para personas con discapacidad, que garanticen su acceso y desarrollo al empleo de manera sostenida, productiva y satisfactorias.